A lo largo de la historia el hipogeo tuvo diferentes usos: en la edad púnica tardía era probablemente una cantera de bloques de piedra caliza; más tarde se convirtió en lugar de culto; luego fue reutilizado como depósito de ánforas, hasta el siglo I d. C., y posteriormente fue abandonado durante doce siglos antes de ser reutilizado como lugar de culto.
A este le siguió otro período de abandono, como consecuencia de que eran más frecuentadas las nuevas iglesias próximas de Santa Anna y San Francisco. A principios del siglo XVII fue redescubierta y vaciada de los materiales que se habían acumulado en su interior a lo largo del tiempo.
Consiste en un gran tramo central conectado con el exterior por dos escalones excavados en la roca. Las paredes estaban decoradas con pinturas, de las cuales solo se conserva la de san Giovanni Battista (Juan Bautista), con la mano derecha en gesto de bendición, fechada en el siglo XIII.
Sobre el altar mayor está colocada la estatua de mármol de santa Restituta, mientras que en el menor estaban las esculturas de las santas Giusta, Giustina y Enedina. Después del hallazgo de las reliquias en 1614, el entonces obispo de Cagliari, Francisco Desquivel, ordenó trabajos de restauración, como la elevación del altar y la creación de tres nichos: el central albergaba las reliquias de las cuatro santas y la estatua de Restituta; en las laterales, probablemente, estaban las tallas de Eusebio, obispo de Vercelli, y la abadesa Eusebia, hijos, según la tradición, de Santa Restituta. En el lado oeste hay otro altar instalado en una cisterna de campana preexistente. En el mismo lado se encuentra también un espacio llamado Schola Sanctae Restitutae, es decir, el lugar donde, según la tradición, la santa habría dado las lecciones a los niños del barrio. Durante la Segunda Guerra Mundial el hipogeo fue reutilizado por los cagliaritanos como refugio para escapar de los bombardeos; las reliquias de la santa fueron ocultadas en la iglesia de Santa Anna para protegerlas de los bombardeos. Se dieron por perdidas hasta su hallazgo en 1997, en un recinto clausurado, dentro de una urna del siglo XVII de madera revestida de tela y con una inscripción que las identifica como reliquias de santa Restituta.
Crediti
"La traduzione in spagnolo e la revisione dei testi sono state realizzate dagli studenti del Corso di laurea in Lingue e Comunicazione dell'Università di Cagliari - coordinati dalla docente M. Cristina Secci - e del Máster en Traducción e Interculturalidad della Facultad de Filología della Universidad de Sevilla -coordinati dalla docente Leonarda Trapassi"