Al lado de la iglesia se encuentra el amplio conjunto del antiguo Colegio de los Escolapios, que hoy acoge el Liceo Artístico Estatal. Los trabajos empezaron en 1663, después del desbloqueo de las construcciones destinadas a lugar de culto, que hasta ese año estaban prohibidas. Los trabajos no terminaron hasta el 1735, debido a una larga pausa, por razones desconocidas, en los primeros veinte años del siglo XVIII. Restaurada y reabierta al culto en la posguerra, fue cerrada de nuevo en los años 70. Desde ese momento, por unos interminables trabajos de restauración, el monumento no se puede visitar y aparece en total estado de abandono. El edificio presenta remarcables diferencias con los otros lugares de culto en Cagliari, probablemente deseadas por los escolapios para cumplir las funciones de educación popular, además de las de culto. Este particular no excluye la similitud casi gemela con todas las demás construcciones de los escolapios en el resto de Italia, a menudo inalterable, si no fuera por algunos detalles en el interior influidos por la cultura local.
En estilo barroco, la iglesia tiene una armoniosa fachada principal con un extremo plano, marcada por pilastras con capiteles de orden jónico.
El portal está coronado por un tímpano con un marco curvo quebrado, dentro del cual se encuentra el emblema de los escolapios.
En el interior, de una sola nave con bóveda de cañón, hay tres capillas intercomunicadas a los lados y un profundo presbiterio cubierto por una cúpula de tambor octagonal. Se ha resaltado en numerosas ocasiones que la solución técnica de la cúpula es similar a la de la catedral de Cagliari.
El templo fue enriquecido con numerosas obras artísticas, algunas de las cuales, desgraciadamente, se han perdido, mientras que otras actualmente se guardan en diferentes iglesias de la ciudad.
En la iglesia se conserva el imponente altar mayor, obra que data de 1777, del escultor Giovanni Battista Franco, en mármol policromado, y el púlpito marmóreo del mismo período. En la última capilla a la derecha se conserva una de las bombas caídas sobre el colegio en 1793, durante el asedio de las tropas francesas en su intento de conquistar Cagliari, dotada de una placa conmemorativa del evento.
La sacristía cuenta con interesantes muebles de madera y frescos que representan la fundación de la orden de los escolapios.
Crediti
La traduzione in spagnolo e la revisione dei testi sono state realizzate dagli studenti del Corso di laurea in Lingue e Comunicazione dell'Università di Cagliari - coordinati dalla docente M. Cristina Secci - e del Máster en Traducción e Interculturalidad della Facultad de Filología della Universidad de Sevilla -coordinati dalla docente Leonarda Trapassi.