La historia del Museo Arqueológico Nacional de Cagliari comenzó en 1800, cuando Lodovico Baylle propuso al virrey Carlo Felice la creación de un museo para acoger las colecciones arqueológicas y preservar los testimonios de la historia natural de la isla.
Su proyecto fue aprobado y una sala del Palacio Viceregio fue asignada al Gabinete de Arqueología e Historia Natural, bajo la dirección de Leonardo de Prunner. Esta primera exposición, aumentada por donaciones privadas de antigüedades, se abrió al público en 1802.
Unos años más tarde, en 1806, Carlo Felice donó a la exposición todas sus colecciones y el considerable aumento del número de objetos hizo necesario su traslado a una sala del Museo de Mineralogía.
En 1806, De Prunner fue sustituido por Ludovico Baïlle, pero muy pronto la dirección del museo pasó a Gaetano Cara. Este lo dirigió hasta 1858 y, para enriquecer las colecciones, también se le encargó, a partir de 1841, de dirigir las excavaciones en el yacimiento de Tharros.
Pero en 1859 la parte arqueológica fue separada de la de historia natural y fue nombrado director Patrizio Gennari, sustituido nuevamente por Cara en 1862. El canónigo Giovanni Spano, fundador de la arqueología sarda, donó al museo en 1859 su ilustre colección.
A lo largo de los años, la exposición siguió enriqueciéndose gracias a las donaciones y los materiales provenientes de las excavaciones y los descubrimientos casuales de esos años.
En 1875 Spano fue nombrado comisionado del museo y de las excavaciones de antigüedades de Cerdeña. Le sucedió Filippo Vivanet y durante su gestión se adquirieron las valiosísimas colecciones Timon, Caput, Cara y la colección de medallas Cugia. En 1883 el historiador Ettore Pais realizó el primer inventario del Museo Real. Dos años más tarde, la exposición fue trasladada al Palazzo Vivanet, en la calle Roma, donde permaneció hasta 1904.
Para entonces, el museo había crecido y merecía una sede propia: así que se construyó, siguiendo el proyecto de Dionigi Scano, el Museo Arqueológico en la plaza Indipendenza, reinventando el edificio que, hasta principios del siglo XX, albergaba la casa de la moneda y la armería.
Fue Antonio Taramelli, superintendente de las antigüedades de Cerdeña, desde 1901 a 1931, quien se encargó de la nueva exposición: el itinerario del museo se dividió en las salas dedicadas a la Cerdeña prerromana, a la Cerdeña púnica, en la sala donde estaban expuestos por categorías los objetos púnicos y romanos y, por último, en las tres salas temáticas: el lapidario, la sala romano-cristiana y la colección de medallas. En esos años hubo un enriquecimiento extraordinario del número y la calidad de los hallazgos.
En las décadas de 1930 y 1940 se turnaron varios directores: Doro Levi, Paolino Mingazzini, Salvatore Puglisi, Massimo Pallottino y Raffaello Delogu. En 1959 pasó a ser superintendente Gennaro Pesce, quien ocupó la superintendencia y dirección del museo hasta 1967, realizando excavaciones principalmente en Nora y Tharros. El sucesor de Gennaro Pesce, Ferruccio Barreca, tuvo la delicada tarea de investigar los yacimientos de Monte Sirai, Antas, Bithia y Sulci. El museo fue objeto de varias reestructuraciones, con la exposición de entornos prehistóricos identificados por la investigación universitaria y los objetos hallados en las nuevas excavaciones.
Al fallecer Barreca en 1986, le sucedió Vincenzo Santoni, con quien se realizó el traslado de la vieja sede, que ya era insuficiente por espacio y servicios, a la nueva y prestigiosa de la Ciudadela de los Museos.
La idea de crear un nuevo Museo Arqueológico Nacional en la actual Ciudadela de los Museos nació en la década de 1950 con la intención de crear una estructura cultural polivalente que albergase el museo, la Pinacoteca Nacional, el Departamento de Ciencias Arqueológicas e Histórico-Artísticas y el Instituto de Estudios Sardos.
La estructura, obra de los arquitectos Piero Gazzola y Libero Cecchini, fue inaugurada en 1979, pero a partir de 1986 se trabajó para adaptar la estructura del nuevo museo arqueológico a las normas de uso y seguridad hasta la inauguración de 1993.
El Museo Arqueológico de hoy:
El nuevo Museo Arqueológico Nacional de Cagliari, cuya preparación ha estado a cargo de los arqueólogos Carlo Tronchetti y Luisanna Usai, se distribuye en cuatro plantas: la primera está dedicada a una presentación didáctica-didascálica de la sucesión de las antiguas culturas en Cerdeña, partiendo del Neolítico. Por tanto, se comienza con los hallazgos que representan a las culturas prehistóricas más importantes de Cerdeña: Bonu Ighinu (alrededor del 4000-3500 a. C.) con los hallazgos provenientes de Cuccuru is Arrius, Ozieri, con sus típicas cerámicas decoradas y pulidas, Abealzu, Filigosa y Vaso Campaniforme o Monte Claro.
A esta le sigue la civilización nurágica, representada por innumerables hallazgos, entre los que destaca la colección de bronces, en la que se recogen ejemplares provenientes de toda la isla, incluyendo los de gran valor que representan a las principales tribus, normalmente más grandes y con los típicos atributos de poder.
A continuación, las civilizaciones fenicia, púnica y romana, las tres decisivas en la historia de Cerdeña; entre los hallazgos más representativos se encuentran las típicas cerámicas y objetos de la más alta artesanía, como el famoso collar fenicio de loza (pasta de vidrio), compuesto por grandes perlas, de las cuales las centrales tienen forma de cabezas barbudas. La planta baja concluye con una colección de monedas púnicas y romanas y un escaparate didáctico para invidentes.
Las otras tres plantas están dedicadas a presentar los diferentes sectores territoriales a través la exposición de materiales hallados en diferentes localidades siguiendo un criterio topográfico, con vitrinas dedicadas a yacimientos arqueológicos específicos. Entre ellos son particularmente importantes los espacios dedicados al complejo nurágico Su Nuraxi de Barumini, al Santuario de Antas, donde la antigua religión de los sardos se fusionó primero con la religión púnica y luego con la romana, y a las ciudades fenicias de Sulci y Monte Sirai, donde fue hallada la famosa y peculiar estatua que representa a la diosa Astarté.
También el Museo Arqueológico Nacional de Cagliari se adhiere al proyecto “Una noche en el museo”, concebido por el Ministerio de Patrimonio y Actividades Culturales y Turismo, con la colaboración de la Dirección de Valoración del Patrimonio
Crediti
La traduzione in spagnolo e la revisione dei testi sono state realizzate dagli studenti del Corso di laurea in Lingue e Comunicazione dell'Università di Cagliari - coordinati dalla docente M. Cristina Secci - e del Máster en Traducción e Interculturalidad della Facultad de Filología della Universidad de Sevilla -coordinati dalla docente Leonarda Trapassi