No son solo azulejos. La colección de riggiole, conservada en un taller artesanal (ya cerrado) en Via Lamarmora, en el distrito de Castello, es de excepcional interés histórico y artístico. La superintendencia ha reconocido su valor después de haber catalogado hasta 126 hallazgos. Es un pedazo de historia del pasado de Cagliari, cuando los antiguos azulejos de cerámica embellecían los apartamentos de la ciudad, con sus diseños y colores típicos, y en particular los de Castello. Es aquí donde los antiguos riggiole han encontrado un alojamiento digno, en la sala de la planta baja de un edificio de 1650 (protegido por la superintendencia), a pocos pasos de la catedral. El “milagro” de Mercedes Mariotti: exprofesora, estudiosa y apasionada del arte de la cerámica que, de 1992 a 2007, con el taller de Via Lamarmora, reanimó los callejones de Castello. Y es en estos 15 años de actividad que ha coleccionado cientos de riggiole del centro histórico, muchos de los cuales salieron a la luz durante la restauración del taller, en su día un “sótano apestoso”, ahora una sala de museo, con techo de enebro, un dios Moloch y una cruz templaria grabada en las paredes de piedra caliza, dos cisternas púnicas (si no nurágicas) donde se han recuperado objetos que ahora se exhiben en las vitrinas (dos orinales en terracota, viejas canaletas, conchas, botellas antiguas de medicamentos).
Crediti
La traduzione in spagnolo e la revisione dei testi sono state realizzate dagli studenti del Corso di laurea in Lingue e Comunicazione dell'Università di Cagliari - coordinati dalla docente M. Cristina Secci - e del Máster en Traducción e Interculturalidad della Facultad de Filología della Universidad de Sevilla -coordinati dalla docente Leonarda Trapassi.
Contus De Arrejolas
Via Lamarmora, 67
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