El de Cagliari fue uno de los primeros conventos fundados por los capuchinos en Cerdeña: la primera piedra fue colocada el 11 de octubre de 1591 y fue dedicada a san Antonio da Padua. A causa de su importancia y de su antigüedad, también se le denominaba el “convento mayor”.
La fachada ha sufrido varias modificaciones a lo largo del tiempo. La última en 1963, cuando fue revestida de piedra caliza blanca y lisa. Al mismo tiempo, fue decorada con cuatro pequeños mosaicos de A. Gatto, que representan: el que está arriba, en el rosetón, el Cristo benediciente; en el bisel central, san Ignacio de Laconi; en los dos biseles laterales, san Francisco de Asís y san Antonio de Padua, titular de la iglesia.
Al cruzar el umbral de la iglesia, el visitante se sorprende por la sencillez y modestia del edificio, que, hasta 1948 (el año de la construcción del pequeño santuario que guarda los restos mortales de San Ignacio de Laconi), era aún más pequeño, porque faltaba el pasillo izquierdo.
Chiesa dei Cappuccini di S. Antonio da Padova
Via Sant'Ignazio da Laconi, 94
Su comentario será visible después de la aprobación por parte del personal editorial.
Para publicar un comentario debes ser un usuario autenticado
Inicia con Social Login