Construida en el siglo XIII en estilo pisano-románico, sufrió varias transformaciones a lo largo de los siglos en los estilos gótico, barroco y neorrománico.
El interior de la iglesia, con planta de cruz latina, se presenta en tres naves con crucero y capillas laterales. En el brazo derecho, dentro de la capilla aragonesa, hay una reliquia preciosa: una espina que, según cuentan, pertenecía a la corona de Jesús, que llegó a Cagliari en 1527 junto con otras reliquias y obras de arte robadas de varias iglesias de Roma y de la misma sede pontificia. Poco antes de llegar al puerto, el barco se encontró con una tormenta, y quien era consciente de la presencia del precioso cargamento, impulsado quizás por la convicción de que la tormenta era expresión de la ira divina por los robos sacrílegos, confesó el hecho a algunos religiosos presentes en el barco, que, una vez llegados a Cagliari, informaron al arzobispo de lo sucedido. El papa Clemente VII, al conocer los acontecimientos, decidió dejar como regalo a la catedral de Cagliari algunas reliquias, incluyendo la sagrada espina y un tríptico flamenco del siglo XV atribuido al pintor Rogier van der Weyden; ambos se exhiben durante la Fiesta de la Asunción.
Cattedrale di Santa Maria e Torre Campanaria
Piazza Palazzo
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